
Una joya discreta que guarda más historia de la que aparenta…
La Iglesia de San Martín es uno de esos lugares que no necesitan alardes para brillar. Situada en pleno centro histórico de Valladolid, su aspecto exterior, de ladrillo y líneas sencillas, responde al estilo postescurialense con el que fue reconstruida en 1621 por Francisco de Praves. Solo la torre románica del siglo XIII, que imita a la de la vecina iglesia de La Antigua, nos recuerda su origen medieval.
Por dentro, la iglesia sorprende con una única nave y capillas entre contrafuertes, que esconden auténticas joyas del arte castellano. En la primera capilla del lado izquierdo se conserva la pila bautismal donde fue bautizado el poeta José Zorrilla, todo un guiño literario para los amantes de la historia y la cultura. También destacan obras de grandes maestros como Gregorio Fernández, Antonio Tomé y Diego Valentín Díaz, presentes en relieves, esculturas y retablos de gran valor artístico.
El retablo mayor, de estilo barroco salomónico, fue realizado en 1672 y restaurado recientemente, al igual que el resto del templo, que sufrió el derrumbe de sus bóvedas en los años 60 y fue completamente rehabilitado entre 2001 y 2007.
¿Y lo mejor? La Iglesia de San Martín es totalmente accesible. No hay escalones, el acceso es cómodo y el entorno está adaptado para todos los públicos, lo que la convierte en un espacio perfecto para disfrutar sin barreras del arte, la historia y el patrimonio de Valladolid.
Además, podemos encontrar una plaza de aparcamiento para personas con movilidad reducida (PMR) en la Calle Angustias (frente a los juzgados)
Calle de San Martín 10, 47003, Valladolid
http://www.archivalladolid.org/entidad.php?Clave=tmartiny



Recurso analizado gracias a la financiación del Ayuntamiento de Valladolid