
En pleno corazón de Valladolid, bajo el Monasterio de San Joaquín y Santa Ana, se encuentra uno de los templos gastronómicos más emblemáticos de la ciudad: La Parrilla de San Lorenzo.
Entrar en este restaurante es sumergirse en una atmósfera única: arcos de piedra, galerías llenas de historia y ambiente cálido que invita a disfrutar sin prisas. Todos los detalles están pensando para que sea un rincón con encanto para comer productos típicos castellanos.
Su gran especialidad es el lechazo asado en horno de leña de encina, preparado de la forma más auténtica y con el sello de calidad de Castilla y León. También puedes encontrar cane de buey y ternera, pescados frescos de lonja, entrantes de temporada, todo elaborado con productos de la tierra. Sus postres también son artesanales destatanco la clásica tarta de las monjas.
Otro de sus tesoros es su bodega, más de 300 vinos que recorren las denominaciones de nuestra tierra dando el maridaje perfecto a cada plato.
Todo el restaurante es accesible. Dispone de baño adaptado, con barras abatibles y espacio suficiente de giro. En la puerta del restaurante podemos encontrar una plaza de aparcamiento para personas con movilidad reducida.





